-Hola Patronio- dijo Lucanor.
-Hola conde, ¿qué tal está?-.
-Genial hoy es mi cumpleaños, pero tengo un problema, un amigo de la infancia me ha enviado un regalo pero no me ha gustado y no sé si decírselo.
Patronio le dijo: justo tengo una historia para contarle: <<hubo una vez un rey muy exigente, cada vez que algo no le gustaba lo decía, un día en su cumpleaños abrió sus regalos y cada vez que un regalo no le gustaba lo decía con muy mala cara. Cada año pasaba igual, cada vez iba teniendo menos amigos y cada vez iba menos gente a su cumpleaños y se sentía más solo hasta que un año no fue nadie a su cumpleaños y se arrepintió de no haber valorado esos regalos y haberlos despreciado.
Moraleja:<<A caballo regalado, no le mires el dentado>>.
Señor, si valoras a ese amigo valora sentimentalmente el regalo.
Carmen García Junco (1ºESO)
Me gusta mucho el blog :)
ResponderEliminar