Esto fue hace tres años en San Isidro, la estación de esquí. El primer día subimos a las pistas a ver si podíamos esquiar porque estaba lloviendo. Esquiamos igual aunque nos tuvimos que ir a las dos horas porque ya estábamos calados, nos fuimos al hotel a descansar. Al día siguiente nos cerraron las pistas y tampoco pudimos, pero como vimos en la televisión que había un temporal en Gijón de las olas que eran muy grandes decidimos ir a verlas. Nosotros bajamos el puerto sin cadenas y, cuando llegamos nos quedamos alucinados con lo grande que eran, hicimos unas cuantas fotos, vimos a la televisión y el paseo marítimo estaba cerrado porque las olas habían arrancado la valla. Como teníamos hambre queríamos ir a comer algo, y se nos ocurrió ir al MacDonal´s. No estaba muy lejos, pero la carretera de al lado de la playa estaba cerrada y había atasco, estuvimos como dos horas en el. A las doce ya llegamos a comer, nos comimos la hamburguesa y nos fuimos para el hotel. Cuando subíamos el puerto estaba nevando mucho y tuvimos que poner las cadenas, íbamos con dos coches delante uno eran nuestros amigos y los otros no les conocíamos. Ya llegando a la Raya el coche de adelante se queda parado no le conseguía mover, nosotros fuimos a ayudarle a empujar pero tampoco lo conseguimos. Mi madre llamo al 112 para que pasase la quitanieves, pero nos dijeron que no venía que iban ellos a rescatarnos. Como tardaban tanto a mi padre se le ocurrió dar la vuelta se puso a buscar un sitio para darla, suerte tuvimos que mi padre lo encontró. Fuimos todos a ayudar a empujar y dar indicaciones, como lo conseguimos seguimos con los dos coches más. Sacamos la cámara para hacer unas fotos de la ventisca que había. Cuando ya estábamos bajando nos encontramos a la policía que subía a por nosotros, ya que no podíamos dormir en el hotel de arriba nos acompañó la policía a un hotel para dormir esa noche, porque ya eran las tres de la madrugada. A la mañana siguiente nos subimos detrás de la quita nieves.
Sin duda fue una aventura más de las que me quedan por vivir, en esos momentos no sabes si te vas a quedar a dormir allí o que podrá pasar.
Patricia Fernández Alonso