viernes, 28 de abril de 2017

Cuentos del faro: Viaje a Roma

Uno
Una vez fui de viaje a Roma, pero no fue un viaje normal. Fui con mis padres, yo tendría unos 9 años, cuando de repente me perdí entre la multitud. Entre aquellos momentos de angustia encontré a un señor mayor un tanto sospechoso, claro yo al verle salí corriendo y encontré a un policía, por suerte me aprendí los números de teléfono de mis padres.
Un tiempo después ya con mis padres fuimos a ver el Vaticano, pero no sé cómo de repente apareció el mismo señor, pero ahora estaba más cerca nuestro y cada vez más y más. De repente en mitad del día empieza a caer una tormenta tremenda en la cual no se veía un palmo más adelante tuyo, por suerte tan solo nos mojamos un poco. Ya empezaba a anochecer así que volvimos al hotel a dormir.
Dos
Al día siguiente yo me levanté pronto para desayunar, cuando vi de titular en un periódico en el que ponía…``asesinato en el vaticano´´. Yo pensé ¿quién pudo ser?  Y se me vino a la cabeza la cara del señor que nos encontramos, entonces subí corriendo a la habitación y les dije a mis padres que teníamos que llamar a la policía, pero me dijeron que si no tenía pruebas de que fuese él no deberíamos llamar.
Este día fue tranquilo, fuimos a visitar el coliseo y también a visitar las ruinas romanas, en las cuales había una estatua un poco extraña… había una cara con un ojo y alrededor suyo un triángulo, pero me gusto.
Empezaba a anochecer, así que, nos tuvimos que ir al hotel. Esa noche soñé con que el señor de la estatua que vi era el asesino del vaticano, extraño ¿verdad?
Tres
Al día siguiente, me fui a Sicilia a comer a allí y a visitar un poco Mesenia. Cuando estábamos comiendo me percaté de que había un faro altísimo, pero cuando vi a quien bajaba por allí… ¡era el señor sospechoso! pero como un valiente que soy fui a hablar con él y a preguntarle que por qué vivía en un faro.
Cuando me fue a hablar estornudo muy fuertemente y se empezó a ahogar, por suerte estaba hablando con él y pude llamar a la ambulancia. Gracias a dios no pasó nada tan solo se atraganto con lo que había comido.
Cuando salió del hospital le dije que qué tal se encontraba, pero el cambio de tema rápidamente.
Cuatro
Hoy era el último día, así que, hoy día de relax. Hoy fuimos otra vez a ver el faro, y si allí estaba, esperándome para hablar.
Me dijo que se llamaba Antonio, y que si había oído lo del asesinato. En estos momentos yo estaba asustado de que decirle que si o que no, así que dije que qué asesinato, pero me di cuenta de que en la casa del vecino había algo sospechoso…
Le dije que si me acompañaba a investigar, y él aceptó.
Después de un tiempo buscando por arriba, por abajo, por el medio y hasta detrás de las rocas encontramos un sótano bajamos y bum allí estaba el muerto, así que, fuimos a decírselo a los policías y nos acompañaron hacia el lugar, pero cuando llegamos el cuerpo no estaba, pero cuando vimos a un señor corriendo con un saco, nos dimos cuenta de que se lo querían llevar.
Después de una persecución encontramos al malo y le metieron en la cárcel.
 Yo como al principio pensaba que era Antonio pero no hay que fiarse solo de las apariencias.
Pablo Boudon Pérez

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